sábado, 13 de noviembre de 2010

La última denegación de ciudadanía a un bebé español: Luis Fernández-Cid dinamita la instrucción de María Ángeles Alcalá

A pesar de la felicidad inmensa que supone tener un hijo, hay en estos momentos una familia en San Diego que lo está pasando mal. El Consulado General de España en Los Ángeles acaba de denegar la ciudadanía española a su hija de un mes. Este es el enésimo bebé español al que se le deniega asistencia consular. Sus padres son un matrimonio que confió en la instrucción dictada por la DGRN y de buena fe cumplió todos los requisitos, entregado la sentencia de paternidad que establecía la filiación de su hija. 

Pero el cónsul Enrique Ruíz Molero se salta a la torera la instrucción 15317, no sabemos si es por homofobia, porque tiene nostalgia de Mauritania o porque le habría gustado más ser cónsul en Miami. Aunque lo más probable es que reciba órdenes de D. Luis Fernández-Cid de las Alas-Pumariño, el Subdirector General de Asuntos Juridicos Consulares del MAE. En cualquier caso, D. Luis Fernández-Cid ha dejado en evidencia a la DGRN. A su directora, María Ángeles Alcalá, se le debe estar cayendo la cara de vergüenza mientras nuestros hijos siguen sin papeles en su propio país.

D. Luis Fernández-Cid de las Alas-Pumariño cuando era cónsul en Rabat
No sabemos cuáles son los motivos que llevan al Sr. Fernández-Cid a dinamitar la instrucción de la DGRN. ¿Considera la instrucción una chapuza inaplicable? ¿No está de acuerdo con su contenido? No estaría mal que dos direcciones generales de este gobierno se pongan de acuerdo para sacar a nuestros hijos del limbo legal. Porque queremos creer que no se han puesto de acuerdo para tomarnos el pelo.

En febrero de 2009 la DGRN obligaba al entonces cónsul en LA, Inocencio Arias, a rectificar su denegación de inscripción en el registro civil a unos mellizos nacidos por gestación subrogada. La resolución dictada por la entonces directora, Pilar Blanco, consiguió lo que actual directora no consigue. Seguimos sin entender por qué no aplicó la solución de su predecesora. Desde aquí ya no sabemos si pedirle que rectifique o que dimita.

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